lunes, 29 de marzo de 2010

POLLO AL HORNO CON PATATAS



¿Cuántos domingos habéis dicho: "hoy no tengo ganas de cocinar"?.
Y es que ya se ha convertido en un clásico de los domingos, las largas colas de gente esperando su pollo asado, a las puertas del establecimiento más cercano de comidas preparadas.
Lo malo es que no siempre ese pollo está todo lo bueno que quisiéramos. La mayoría de las veces nadie quiere la pechuga, porque es incomestible de lo seca que está. Otras veces, el pollo es demasiado pequeño, o está demasiado salado. En fin... que nos lo comemos porque tenemos hambre.
Pero hoy voy a daros una alternativa, y es la de hacernos en casa un pollo al horno. Que es una receta que aunque haya que elaborarla, os aseguro que se cocina prácticamente sola. Los resultados obviamente superan de largo al pollo asado que nos venden, y la pechuga queda tan jugosa, que nunca más os pelearéis en casa por los muslos. ¡Ahí va!

Ingredientes:
un pollo entero limpio por dentro
4 dientes de ajo
un trozo de mantequilla
un trozo de bacon
dos hojas de laurel
un limón
patatas

Vamos a salar el pollo por dentro y por fuera. Y dentro del pollo vamos a meter un diente de ajo, una hoja de laurel, una rodaja de limón, y unos trozos de bacon.
En un mortero colocamos una hoja de laurel, tres dientes de ajo y un poco de sal, y machacamos bien. Luego añadimos un buen trozo de mantequilla derretida, medio limón exprimido, una cucharada de agua de agua, y removemos bien.
Con este aliño, vamos a pintar el pollo tanto por fuera, como por dentro de la piel.
Ya está listo para meter al horno. Yo lo dejo casi una horita, y entonces le añado las patatas cortadas a trozos. Cuando estén listas las patatas, podemos sacar la bandeja del horno.

jueves, 25 de marzo de 2010

SPAGHETTI A MI MANERA


¡Hola!. Traigo otra receta de spaghetti, esta vez con tomate.

Ingredientes para cuatro o cinco personas:
300 gr o más de spaghetti
Un plato de carne picada, mezcla de ternera y cerdo
5 o 6 salchichas de cerdo
una cebolla grande o dos pequeñas
una zanahoria
un trozo de pimiento verde
un trozo de pimiento rojo
tres dientes de ajo
un chorro de vino blanco
tomate triturado al gusto
un chorro de leche
dos latas de paté
una cucharadita de azucar
sal y pimienta
una cucharada de mantequilla

Se ponen a hervir los spaghetti en una olla con agua y sal.
Mientras, se trocean las salchichas y se frien en una sartén con una cucharada de mantequilla y un chorro de aceite. Cuando empieza a estar hecha, se añade la carne picada y salpimentada. Y cuando ya está listo, se saca todo y se reserva en un bol.
Cogemos la cebolla, los pimientos y la zanahoria, lo picamos bien y sofreímos en el mismo aceite que habíamos cocinado la carne. Cuando esté listo, añadimos el ajo, sofreímos un poco y añadimos la mitad de la carne picada y un buen chorro de vino blanco. Dejamos reducir, y echamos el tomate triturado junto con la cucharadita de azúcar. Salamos.

Cuando el tomate ya está frito, echamos un chorro de leche y dos latas de paté. Removemos bien y trituramos todo. Volcamos la salsa en una olla, y añadimos el resto de la carne y los spaghetti ya escurridos. Mezclamos todo bien un poco al fuego, emplatamos, espolvoreamos con queso rallado y... listo!.
Sencillamente DELICIOSOS.

martes, 23 de marzo de 2010

SPAGHETTI CARBONARA- LA HISTORIA


La carbonara es uno de esos platos que siempre generan discusiones en los foros. Normalmente en los blogs de cocina, se respira un buen rollo increíble. Sin embargo cada vez que algún cocinillas publica su receta de los carbonara para compartirla generosamente con los demás, no tarda en aparecer alguien puntualizando que no es "la original". Y con el purismo en la cocina por bandera, le da un repaso al pobre cocinillas atónito ante semejante arranque de mala leche: "que si es una blasfemia echarle leche a la salsa, que si deberías ponerle otro nombre al plato, que si no tienes ni idea..."
Y no es que me parezca mal que alguien quiera enseñar cual es la receta original de un plato, no... lo que me parece mal son las malas formas que tienen algunos.

Mismamente, en un blog de cuyo nombre no quiero acordarme, uno de estos críticos, acusaba nada menos que de poco profesional a un grande de la cocina : Jose Andrés.
Y todo porque el chef asturiano había cocinado una versión de la carbonara que, según el entendido, no era la auténtica. Según este crítico, un cocinero debería saber informarse sobre los orígenes de los platos que prepara...
Pero vamos a ver, alma de cántaro... realmente crees que Jose Andrés no ha estudiado "un poquito" de gastronomía?. Se te ha pasado por la cabeza que la intención de este hombre, era precisamente la de hacer su propia versión de los carbonara, y no la de homenajear la historia y origen de este plato?.
"Pues entonces que no lo llame carbonara!"- dirían algunos...
Pues claro que lo llama carbonara, porque la carbonara es carbonara en todas sus versiones, igual que del tiramisú no hay dos recetas iguales y sin embargo nadie le cambia el nombre. O igual que el allioli sigue siendo allioli aunque se le añada huevo.

Y es que permitidme que no comparta esto de la autenticidad.
Podemos hablar de autenticidad en platos relativamente nuevos, cuyo origen, creador, fecha histórica y restaurante donde se sirven, son demostrados facilmente. Por ejemplo, si de repente hablamos de unos "lazos de zanahoria con sorbete concentrado de mandarina y almendra", ese plato sí que tiene un sello de origen que se llama Ferràn Adrià, y es demostrable.
Pero en clásicos de la cocina, en recetas de toda la vida... qué vas a demostrar?. Que el primer gazpacho que se hizo, lo inventó un tal "Pepe el pastor", y probablemente ni si quiera llevaba tomate?. Que la pilota de la escudella lleva piñones, y todo el que no los ponga está atentando contra su autenticidad?. Alguien va a descubrir ahora la receta de las "auténticas lentejas estofadas"?.

El mismo plato se cocina de forma distinta dependiendo de la región, y del propio cocinero. Y para mí, esa es la belleza de la cocina. Lo que la hace rica, generosa, sorprendente... el no aborrecer nunca el cocido de garbanzos, porque en cada casa te sabe diferente.

Pero volviendo a los orígenes de la salsa carbonara, en el libro HISTORIAS ASOMBROSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, Jesús Hernández defiende que durante la Campaña de Italia en la Segunda Guerra Mundial, los soldados británicos y norteamericanos quedaron entusiasmados con una nueva y original propuesta culinaria de los italianos. Era una época de racionamiento para la población, y en las cocinas de campaña de los aliados, si algo abundaba eran los huevos y el bacon.

Una tradición explica que un día, unos soldados aliados, cansados de desayunar cada día los típicos huevos fritos con bacon, entraron en una casa y pidieron que les preparasen una comida con aquellos ingredientes… y algo más. El resultado fueron los spaghetti a la carbonara, en los que la pasta “al dente” es mezclada con huevos batidos, ajo y finalmente coronada con pequeños trozos de tocino salteado en la sartén.
Este nuevo plato también servía para proporcionar energía a los partisanos italianos que se dedicaban a hostigar sin descanso a las tropas alemanas. Estos guerrilleros se ocultaban en antiguas minas de carbón; de ahí el nombre de “carbonara” con el que se acabó conociendo esta receta.

Existen otras teorías acerca del origen de este plato: como que era el plato típico de los elaboradores de carbón vegetal en los Apeninos, proviniendo su nombre de “carbone”, que en italiano es la denominación de carbón (carbonari). Otros mencionan que la denominación carbón se hace debido al empleo de la pimienta negra en la elaboración de la salsa, que puede recordar al carbón. Y otra teortía asegura que el plato nació en la Italia central, en un pueblo minero, donde al ser una zona pobre se aprovechaba todo del cerdo. Por eso cocinaban la carbonara con la galta del cerdo, no con bacon como se asegura en otras versiones.

Y si nos vamos a la wikipwdia, la gran revelación es que el empleo de bacon no aparece en la receta original y se cree que fue introducido en Roma cerca del año 1944 por las tropas aliadas tras la Segunda Guerra mundial.

Ya veis; con ajo, sin ajo, con bacon, sin bacon, con careta de cerdo, con panceta, con vino, sin vino... actualmente en Italia se cocina de forma diferente dependiendo de la zona.
Así que aquí os dejo mi versión de los spaguetti carbonara, que no tienen ninguna intención de ser los originales.

Ingredientes:
spaghetti 250 o 300gr
cucharada de mantequilla
mitad de panceta y mitad de bacon, cortado todo en tiras. (Cantidad al gusto de cada uno).
sal y pimienta
un buen chorro de vino blanco
2 yemas y una clara de huevo
medio brik pequeño de crema de leche
3 o 4 cucharadas de queso grana padano
ajo opcional

Mientras se cuecen los spaghetti, se va sofriendo la panceta salpimentada en un poco de mantequilla y aceite de oliva, y cuando está dorada se le añade el bacon. Si quisiéramos añador ajo, este sería el momento, bien picado. Añadimos el vino, y dejamos reducir.
En un bol, batiremos las yemas y la clara, añadiremos la crema de leche, y el queso grana padano. Cuando los spaghetti estén al dente y sin escurrir, se van añadiendo a la sartén donde está la carne. Seguidamente, apagamos el fuego y añadimos el contenido del bol a la sartén, sin dejar de remover.
Si la pasta quedase poco cremosa, añadiríamos un poco de agua de la cocción de la pasta.
Buen provecho!!!!!!!!

TORRIJAS



Desde que tengo uso de razón, mi madre siempre ha hecho torrijas en casa por semana santa. No importaba cuántas hiciera, porque los viajes a la cocina para robar torrijas, eran incontables por parte de todos. Hasta que de repente mi madre entraba en la cocina y al ver la bandeja casi vacía, se ponía a chillar: "¡¡¡pero cómo es posibleeeeee!!!!, ¡si habían por lo menos 20!, ¿quién ha sidoooo?!!!"
jajajaj!... qué recuerdos.

Ingredientes:

pan de dos o tres días (esto es tradición, porque las torrijas se hacían para aprovechar el pan que sobraba en las casas. Pero en realidad si no tienes pan sobrante, puedes utilizar cualquier pan).
leche
huevo
azúcar y canela

Se empapan las rebanadas en leche y se pasan por huevo batido, antes de freírlas en abundante aceite hirviendo. Al sacarlas se van colocando en una fuente que habremos cubierto con papel de cocina, para absorver el aceite en exceso.
En un plato, mezclar azúcar con canela y rebozar en él las torrijas. Dejarlas enfriar.
Están mejor de un día para otro... Buen provecho!!!!

CLOTXA


La clotxa es un almuerzo típico catalán, de aquellos que se comen en familia. Un almuerzo de los de servilleta en el cuello y vasito de vino. Y es que, será porque soy catalana, pero no hay cosa más rica que una clotxa.

Hacerla es de lo más sencillo, pero el requisito más importante es tener brasa, ya que todos los ingredientes han de estar "al caliu" (asados). Necesitaríamos:
tomates, una cabeza de ajos entera, cebollas enteras , sardinas, un buen chorro de aceite y un pan de payés. Y se trata de que cada uno se parte la mitad del pan, vacía la miga, y va introduciendo el tomate que quiera, los ajos, la cebolla, y la sardina troceada. Todo esto se riega con un buen chorro de aceite de oliva, y para finalizar se tapa esta especie de bocadillo con la miga que anteriormente hemos sacado. Tradicionalmente, se come acompañado de un racimo de uvas.

A mí lo que me gusta hacer, es machacar en el mortero los ajos y el tomate después de asados, y luego introducir este puré en el pan. Está mucho más bueno.
Lo malo de la clotxa, es que en mi caso que no tengo parrilla, no puedo disfrutarla siempre que quiero. Aunque tengo que decir que las veces que la hago, pongo las sardinas a la plancha con los tomates, los dientes de ajo y la cebolla troceada, bañado todo con un buen chorro de aceite de oliva, y queda bastante logrado. No es lo mismo que a la brasa, pero aun así está buenísimo.
Sin embargo probé una vez a hacerlo en el horno y el resultado no me gustó nada.
Así que ya sabéis, cuando vayais de barbacoa probad este plato. Repetiréis seguro!.

lunes, 22 de marzo de 2010

DONUTS


¡Hola!. Los donuts son quizás el tipo de bollería que más me gusta, y ya sabéis que cuando a los cocinillas nos encanta algo, no paramos hasta que aprendemos a hacerlo nosotros mismos.

Por eso desde hace un año, me he dedicado entre otras cosas, claro, a buscar como una loca recetas de donuts en el Google, y el resultado no era del todo satisfactorio. La mayoría de las veces, parecían rosquillas. Hasta que al fin encontré la receta de los auténticos donuts americanos, sacada del libro “Bread Magic” de Alan Ooi. Y tengo que decir que gracias a ella, en mi casa ya no se han vuelto a comprar donuts. Pues aunque el sabor no sea igual que el de los auténticos, a mí me parecen infinitamente más buenos estos que hago en casa, y además quedan igual de blanditos.

Pero la receta que hago ahora no es exactamente la de Alan Ooi, ya que aunque la textura era exactamente la que yo buscaba, de sabor los encontraba algo flojos. Por eso basándome en la receta original, he ido añadiendo de mi cosecha unos cuantos ingredientes que consiguen darle un toque delicioso; como son: piel de naranja, cardamomo, esencia de vainilla y zumo de naranja.

Ahí vamos!...Ingredientes:

300gr de harina de fuerza
200gr de harina normal
100gr de azúcar
una cucharadita de sal
30 gr de levadura fresca
20gr de leche en polvo
zumo de media naranja, y el resto de agua templada hasta completar 230ml
un huevo mediano
40gr de mantequilla
4 bainas de cardamomo
piel rallada de dos naranjas
esencia de vainilla

Para la glasa de cobertura:
azúcar glas, mantequilla, dos cucharadas de agua y esencia de vainilla

Para el chocolate de cobertura:
una tableta de chocolate para postres, mantequilla y dos cucharadas de agua

Empezamos:
Se tamizan los dos tipos de harina en un mismo recipiente. Es importante que respeteis las cantidades de harina, y los tipos. Si lo intentais hacer unicamente con harina normal, no lograreis el mismo resultado. La harina de fuerza la podeis encontrar en el Mercadona.
Se añade la levadura. En este caso yo utilizo la fresca, que se encuentra en la nevera del Mercadona. Este tipo de levadura trabaja muy bien, pero es de difícil disolución. Por eso necesitaremos deshacerla muy bien, y mezclarla a la perfección con la harina, hasta lograr que no queden grumos. Otra forma más eficaz de hacerlo, es diluyendo la levadura en el agua tibia que vamos a utilizar.
Ahora echamos la sal, el azúcar, la leche en polvo, el huevo batido, y removemos bien.
En un mortero machacamos unas cuantas semillas de cardamomo, y rallamos la piel de las naranjas. Añadimos.
Y por último exprimimos media naranja en un vaso medidor, y completamos con agua templada hasta que haga 230ml. Añadir el líquido junto al resto de ingredientes y un buen chorro de esencia de vainilla. Nos untamos las manos con mantequilla, el resto se lo añadimos a la masa, y comenzamos a amasar, primero en el recipiente. Luego enharinamos la mesa para que no se nos pegue la masa y comenzamos a trabajarla muy, muy bien, el tiempo que sea necesario.
Hacemos una bola con ella, cubrimos con un paño de cocina, y dejamos reposar 45 minutos.

Pasado este tiempo, extendemos la masa con un rodillo, o si no tenemos, con una botella. La masa deberá tener un centímetro de grosor. Para hacer los donuts, necesitamos un cortador redondo, y para hacer el agujero de en medio, yo utilizo un tapón de botella.
A mí me suelen salir unos 20 donuts. Los dejamos reposar otros 45 minutos. Pasado este tiempo, observaremos que han aumentado bastante su tamaño.

Freír en aceite de girasol abundante. El aceite de oliva modificaría el sabor del donut. El aceite debe estar caliente, pero no demasiado, porque no queremos que se doren demasiado y nos queden duros por fuera. Si por el contrario el aceite está demasiado frío, la masa se quebrará.

El secreto de los donuts, es la cobertura. Para la glasa, pondremos a calentar un poco de mantequilla y unas cucharadas de agua. Cuando esté la mantequilla deshecha, añadiremos el azucar glas y removemos. Untamos los donuts en esta mezcla y dejamos enfriar.

Para el chocolate, calentamos al microondas la mantequilla, el agua y la tableta de chocolate. Sacamos y removemos bien hasta que se deshaga del todo. Cubrimos los donuts solo por un lado, y metemos en la nevera para que se seque el chocolate.
Os aseguro que quedan deliciosos!.

ESTOFADO DE TERNERA


¡Hola duendecillos de las cocinas!, ¿cómo estáis?.
El primer plato que va a estrenar este rincón, es nada más y nada menos que un buen estofado de ternera. Y para ello necesitaremos:

-carne de ternera troceada para cuatro personas
-harina para rebozar la carne
-2 cebollas
-3 ajos
-pimentón dulce
-una puntita de cucharilla de canela
-la piel de medio limón
-una hoja de laurel
-guisantes
-1 zanahoria
-2 patatas
-setas
-sal y pimienta
-(un chorrito de vino-opcional)

para la picada:
-almendras, avellanas, piñones, pan frito, galleta y un diente de ajo

No pongo cantidades exactas de la carne, puesto que eso es algo muy personal, y va un poco con el gusto y el bolsillo de cada persona. Hay a quien le gusta el estofado con mucha carne, y hay a quien le gusta menos carne y más patata...

Comenzamos:
Lo primero es poner a calentar una olla con agua, media piel de limón, una hoja de laurel y una pizca de canela. La cantidad dependerá de la cantidad de carne e ingredientes que utilicemos. Pero siempre es bueno no pasarnos, con tal de que el guiso no nos quede demasiado caldoso. En cambio si vemos que nos estamos quedando cortos de caldo, siempre podemos ir añadiendo al estofado mientras se va cocinando.
salpimentamos la carne, que como os he dicho deberá estar cortada en trozos más o menos iguales, y luego enharinarla evitando los excesos. Freímos la carne en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva, y una vez lista la retiramos y reservamos.
En ese mismo aceite freiremos la cebolla troceada, y cuando empiece a dorarse añadiremos los tres ajos picaditos. Rehogamos un poco, echamos una cucharada de pimentón dulce, y rápidamente añadimos la carne. Este es el momento de poner un poquito de vino blanco si se desea.
Ahora traspasamos lo de la sartén a la olla de agua hirviendo, y dejamos que se cocine lentamente junto a una zanahoria cortada en rodajas. No hay que tener prisa, ya que el objetivo es que la carne quede muy tierna, tanto que se pueda partir sin cuchillo. Y para eso es necesario una hora, o incluso más. En la olla a presión, yo lo dejo media hora.
Cuando la carne ya está blanda, es el momento de añadir la patata troceada, las setas y los guisantes. Dejamos unos minutos y cuando falte poco para que se haga la patata, añadiremos la picada que habremos hecho previamente, machacando un diente de ajo, dos o tres avellanas y almendras tostadas, unos cuantos piñones y una tostada de pan o una galleta maría. Corregimos de sal, y... ¡ya está listo!

Este estofado es realmente delicioso. Espero que os guste.