sábado, 8 de mayo de 2010
Migas extremeñas
Siempre he dicho que tengo el corazón dividido. Soy Catalana y amo mi tierra hasta las trancas, pero Extremadura es la tierra de mi madre y he pasado allí los momentos más felices de mi vida.
Podría decir mil cosas sobre la belleza de Extremadura, sus rincones naturales, sus gargantas de agua, tierra de venaos y belloteros, de ruinas romanas y de jaras... Pero hoy hablaré de su gastronomía. En concreto de las migas extremeñas.
El pan que se consume en mi pueblo en Cáceres, es un pan grueso, con una corteza muy fina y con mucha miga. Es un pan demasiado grueso y pesado para hacer bocadillos por ejemplo, pero para las migas es ideal.
(Cuando hago las migas en Barcelona, el pan que utilizo es el pan de pagès de tres o cuatro días, cortado en rebanadas).
Así es como se hacen las migas en mi familia:
Necesitamos para 5 o 6 personas, un pan grande tipo pagès o de pueblo.
Una cabeza de ajos
Aceite de oliva
una cucharada de pimentón de la vera
chorizo, panceta...lo que queramos echarle de la matanza
4 pimientos verdes
5 o 6 sardinas (opcional)
un huevo frito por persona (opcional)
leche de cabra (opcional)
miel (opcional)
Vamos mojando las rebanadas por las dos caras, pero muy levemente. No se trata de empapar el pan para luego escurrirlo, sino de mojar superficialmente cada cara durante un segundo y ya está. O sea, meter y sacar la rebanada rápidamente como aquél que dice. De esta forma, iremos desmenuzando el pan sobre una olla, formando así las migas.
Si alguna corteza se nos resiste, siempre podemos remojar unos segundos más hasta que nos sea fácil desmenuzarla con las manos.
Cuando ya tenemos todo el pan listo, pelamos y cortamos en rodajas 6 o 7 ajos que mezclaremos bien con las migas. Y esto lo tenemos que dejar reposar toda la noche.
Las migas nunca deberán estar secas. Siempre húmedas, pero no mojadas.
Al día siguiente, cogemos una paellera grande y profunda, y echamos bastante aceite. En él freiremos dos o tres dientes de ajo y antes de que se doren demasiado, los retiramos. En ese mismo aceite, freimos unos trozos de panceta y chorizo, y hasta morcilla si se desea, evitando que se desmenuce en el aceite (se pondría negro).
Retiramos el chorizo y la panceta en un plato con papel absorvente, y echamos pimentón dulce al aceite donde los hemos frito. Removemos, y rápidamente echamos las migas en la paellera, sin parar de remover todo el tiempo. Es muy importante, no parar de remover. Esto evitará que las migas se apelmacen, y queden sueltas como han de quedar.
Importante también que no queden fritas, ni crujientes ni nada de eso.
En una sartén a parte, freímos unos trozos de pimiento verde y luego unas sardinas. Todo esto (el chorizo, panceta, sardina, pimientos...)lo vamos colocando en platitos encima de la mesa, para que cada cual se sirva lo que quiera en su plato de migas.
Servimos las migas en platos o en cazuelitas de barro. Es muy típico en algunos restaurantes de Cáceres, servir también un huevo frito sobre las migas.
Las migas extremeñas no se sirven acompañadas de sardinas. Esto es algo más típico de las zonas costeras. A mí me encantan las sardinas con las migas.
Y por último, os contaré cómo acostumbran a comer las migas en algunas pequeñas aldeas cacereñas más tradicionales, como la de mi madre. Mis tios, siempre sirven en la mesa una taza de leche tibia de cabra, y otra taza con miel.
Cuando les quedan la mitad de las migas en el plato (y sin carnes de ningún tipo), se hacen unas sopas bañándolas con la leche. Tal vez parezca extraño, pero os aseguro que para los extremeños no lo es, pues su sabor es lo más parecido al "ajocano", unas sopas de pan y leche cuya receta ya daré otro día, y que fue comida de pastores muy tradicional en Extremadura.
Mi prima Eva, sin embargo, cuando ya le quedan unas pocas migas en el plato, les echa miel.
Yo he cogido esta tradición de ellos, pero hago mi propia mezcla: baño las migas en leche y agrego miel, y de esta forma me preparo el postre. Os aseguro que a mí me sabe a gloria.
Nota: las migas dan mucha sed. Con el pimiento verde se consigue darles jugosidad. Yo aconsejo no prescindir de él, además de preparar una gran ensalada de lechuga y tomate, que ayudará a que las migas pasen mejor.
BON PROFIT!!
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JOoooo que delicia...hace mil que no como,la última vez fué en Granada,realmente para mi un manjar...que pintaza tienen hhhmmmmmm
ResponderEliminary uno es de tantos lugares como los sentimientos te lleven,No?
Besos
Nunca la e visto antes con miel, ni con sardina.
ResponderEliminarTodos los días se aprende algo
Ummm que ricas las migas!!! mi madre también las hace, pero ella hace las de harina. me ha encantado la receta ;)
ResponderEliminarNunca he hecho migas, Nati, me parece que tiene que ser muy difícil darle el punto. A ver si me animo! Bsitos!
ResponderEliminarAy, nati... cuántas cosas tenemos en común!! yo soy extremeña de parte de padre y de madre, pero he nacido y vivo en Cataluña. Por visicitudes de la vida sólo fui una vez en la infancia al pueblo de mis padres (Torrejón el Rubio, Cáceres), a casa de mi tía, que es la única que aunque vive también en Cataluña tiene casa allí. De todas formas, la gastronomía en mi casa ha estado siempre influída por la extremeña, claro está. Las migas en mi casa se comen de dos maneras:
ResponderEliminar1) para comer al mediodía, con todo lo que dices excepto las sardinas, como ya has dicho tú, que no son típicas de Extremadura.
2) para desayunar, son las migas sin nada de carne, en el plato, y al lado el tazón de café con leche (parecido a lo que dices tú!!!), entonces se coge con la cuchara las migas, y se sumerge la cuchara en el café, lo mínimo para que éstas se mojen pero no se caigan de la cuchara. A mí así nunca me han gustado (porque yo era pequeña, porque siempre he sido más de salao, y además porque yo de pequeña tenía problemas con la leche, y si lo probaba con ella fijo que me ponía mala... ahora tomo leche sin lactosa).
Este invierno quise hacer migas en casa, pero cuando me quise dar cuenta era hora de empezar la operación bikini, así que se quedarán para el año que viene! (mi novio es medio extremeño medio gallego, pero como la q cocina es su madre, q es gallega, no tiene ni idea de gastronomía extremeña, pero éstas las tiene q probar como q me llamo Nieves!!!)
Por cierto... en mi casa siempre las ha hecho mi padre, con pan de "máquina", que son las roscas aquellas de pan tan consistentes.
Muchos besos, guapa!!!!
Y más cosas aún tenemos en común, locasita, yo también tengo intolerancia a la lactosa.
ResponderEliminarQué buena idea esa del café con leche!. Claro, tiene mucho sentido si te fijas, tanto lo de comer las migas de comida, como de postre, como de desayuno. Porque antes era comida de pobres, ya que nuestros abuelos o padres habían pasado una guerra, y no sobraba el dinero. A parte, no se tiraba nada.
Y como migas se hacían siempre para un regimiento, pues a aprovecharlas luego para desayunar!.
Fíjate, antes las hacían para aprovechar el pan, y ahora las comemos por puro bueno que está.
Me gusta lo del café con leche. Se lo comentaré a mis tios cuando vaya al pueblo.
Un beso, nena
Ay, nati! y si hablamos más, seguro que más tenemos en común... jajajaja. Lo curioso de mi intolerancia (que nunca ha sido diagnosticada por un médico) es que sólo me sienta mal la leche, pero el queso, los yogures y demás productos con leche procesada no me hacen daño... no sé si hay grados diferentes de intolerancia o qué, pero está requetecomprobado, lo mal que me pongo de la barriga si tomo leche normal!!!
ResponderEliminarBesitos, guapísima!!!
jams lo probe y me dice que tendré que viajar hasta Extremadura para probarlo, porque intentare seguir tus pasos pero ummm no sé. No he podido dejar de pensar en un pan pesado y con mucha miga de cascara fina.
ResponderEliminarCreo que sacare los pasjes nomas.
Gracias Nati por tu hermoso comentario en la visita al blog. Chau
hola nati . me encanta escribir tu nombre hace pocos dias se murió mi madre que se llamaba natividad como tu NATi Y MI HERMANA TAMBIEN.
ResponderEliminarnunca he comigo migas no se a que saben pero tiene una pinta buenisima !!
Nati mira que me gustan a mi las migas. Me zampaba ahora mismo un platazo entero jajaja. Un besazo.
ResponderEliminarjajaja!, me pasa lo mismo locasita!. Los yogures no me sientan mal. Sin embargo me tomo un vaso de leche y es que me voy directa al lavabo.
ResponderEliminarUna vez se lo comenté a mi doctora, y me dijo que algo de sentido tiene. Que evidentemente cada cuerpo es un mundo, y que puede ser que el yogur al estar fermentado y tal,y como ayuda a regenerar la flora intestinal y todo eso, pues que a lo mejor a mi intestino le iba bien por eso. De hecho las temporadas que peor estoy, me alimento a base de jamón dulce, arroz y yogures. Un besito guapa.
Sergio, no te preocupes por el pan. Yo he explicado cómo es el pan con el que hacen las migas en mi pueblo, pero en realidad se pueden hacer con cualquier pan y quedan igual de buenas.
ResponderEliminarYo las hago muchas veces con pan de payés, que tiene mucha miga pero también mucha corteza y corteza dura.
Un beso
MEEG, siento mucho lo de tu madre. Te mando un abrazo y muchos ánimos!. Un beso guapa
ResponderEliminarGracias nati, guapa. Un besazo!!
ResponderEliminarHola guapetona, a pesar de haber estado casada con un extremeño y ahora vivir , tambien con un extrmeño nunca he hecho migas ,¡ya es hora! con tu receta seguro que las hago. Un beso guapa.
ResponderEliminarun tío mío es extremeño y siempre que tenía ocasión nos preparaba migas... ¡qué ricas son! sólo he comido las que mi tío nos preparaba, pero un platito de estas tuyas seguro que me encantaría..¡quñe pena que estemos tan lejos!
ResponderEliminarun saludo
Buenas tardes. Os puedo asegurar que las migas con café o leche, sin tocino ni pimientos ni chorizo o huevos, están buenísimas. Solamente las migas.
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