miércoles, 7 de abril de 2010

Bollicaos y bollos de leche al vapor












¿Cansados de que se os quemen los bollos en el horno?...¿hartos de que os queden duros y de no obtener los resultados que esperabais?. ¿Tu horno te da problemas o simplemente no tienes?...Pues tengo la solución!.

Cada vez me gusta más cocinar al vapor. Es más sano, los alimentos pierden muy pocas propiedades, y conservan todo su sabor.
Lo cierto es que estamos acostumbrados a cocinar algunos alimentos al vapor, pero no los bizcochos y bollería. Y también se puede!.

He de decir antes de nada, que aunque el resultado al vapor es muy satisfactorio, lo cierto es que un buen bollo hecho al horno, con ese olorcillo que desprende por toda la cocina, es insuperable.
Aún así, si el horno nos da más de un quebradero de cabeza, esta es la mejor opción.

Para ello vamos a necesitar una vaporera. Bien la típica de bambú que utilizan y venden los chinos, o una olla con dos niveles como tengo yo en este caso. Se trata de una olla normal y corriente, que consta de otra olla más pequeña con asas y agujereada por abajo para que entre el vapor de agua. Esta, se encaja encima de la olla donde va el agua, y dentro de ella se ponen los alimentos que queremos cocinar.
Cuando el agua empieza a hervir, el vapor comienza a subir hacia la vaporera, la cual se tapa para que se concentre allí todo el vapor.
Bien, ahora que ya sabemos esto, vamos a los ingredientes:

para los bollos de leche:
250ml de leche
200 gr de harina de fuerza
200gr de harina normal
50gr de mantequilla
50gr de azúcar
20gr de levadura fresca
un huevo
una pizca de sal

para el relleno, nocilla.

Antes de nada, meteremos un poco de nocilla en el congelador.
La leche necesitaremos que esté tibia, no caliente. En ella vamos a diluír la levadura.
Metemos al microondas la mantequilla hasta que se derrita y le añadimos el azúcar. Removemos.
Añadimos luego la leche, mezclamos bien, y ahora lo que vamos a ir haciendo es tamizar la harina a medida que la vamos añadiendo a la mezcla y removiendo. Añadiremos también la pizca de sal.

Si la masa queda demasiado pegajosa, añadiremos harina hasta que se nos pegue a los dedos pero resulte fácil despegarla.
Vamos a formar pequeñas bolas con la masa, o si queréis le daremos forma alargada como los bollicaos. Con unas tijeras haremos un corte a lo largo, e introduciremos la nocilla en el interior, volviendo a cerrar luego el bollo.
Hemos de ser generosos con la nocilla, pues el bollo se hincha luego mucho, y nos da la sensación de que no tiene relleno.

Los bollos os aconsejo que los hagáis pequeños, pues una vez rellenos hay que dejarlos reposar una hora, con lo cual aumentarán el doble su tamaño. Y cuando los estemos haciendo al vapor, ya os daréis cuenta de que aumentan mucho más, casi el doble de nuevo. Os aconsejo también que no pongáis en la vaporera demasiados bollos de una vez. Crecen demasiado, y se pegarían entre sí.

Bueno, ya los hemos dejado reposar tapaditos con un paño de cocina, y ahora lo que hacemos es cocinarlos al vapor unos 10 minutos. Ojo, que este tiempo es relativo dependiendo del tamaño de los bollos, y lo que tendremos que hacer para comprobar si están hechos, es tocarlos o bien clavar un cuchillo, y si sale limpio es que ya están.

Una vez fuera, lo que hay que hacer es darles un poco de color, porque si no quedan feos y dan la sensación de estar crudos. Lo que haremos es pintar con huevo y meter en el horno unos minutos para que tomen color.
Luego los sacamos, dejamos enfriar y ya los tenemos listos para comer!.
Para que veais lo esponjosos que quedan, aquí os muestro una foto del corte.


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