Tarta fondant poker (pastel de chocolate, disaronno y mascarpone)

Esta tarta la hice el domingo, para mi hijo mayor que cumplió 12 años y le encanta hacer trucos de magia con cartas.
Mi idea era hacer una chistera de mago, pero ya veis que más que chistera, parece un bombín, jejejej...
Así que más que una tarta "mago", parece una tarta "jugador de poker". Eso sí, mi hijo flipó, igual que toda la familia que quedaron impresionados con el aspecto de la tarta, y aún más con su sabor.

Y además estoy muy contenta, porque el diseño es mío.

Por eso estoy muy orgullosa de esta tarta, porque para mí ha marcado un antes y un después en las tartas fondant en cuanto a sabor.
Veréis, como ya os dije una vez, el bizcocho que se suele utilizar para hacer estas tartas, es el "madeira sponge cacke". Hay muchos bizcochos infinitamente más buenos y esponjosos que este, pero el "msc", es ideal para modelarlo, y sobre todo muy denso. Es muy resistente y aguanta perfectamente el peso del fondant, lo cual lo convierte en el bizcocho adecuado para este tipo de tartas.

Sin embargo, y aunque hay gente maravillosa dedicada a experimentar nuevos sabores para el msc, y conseguir que nuestras tartas sean más atractivas al paladar, a mí nunca me ha acabado de convencer este bizcocho.
Acompañado de un vinito de madeira (como se suele comer), o mojándolo en un buen tazón de leche, seguro que está delicioso. Pero lo siento, las tartas fondant para mí, no eran tan increíbles por dentro como por fuera.


Así que con esta tarta me propuse un reto, y era mejorar el sabor a toda costa.
Primero realicé un bizcocho de chocolate al microondas pero sin nueces. Pensé que este bizcocho iría genial, ya que acabado de hacer es super esponjoso, pero cuando se enfría coge más consistencia.

Lo partí en tres capas, y lo metí en la nevera...se endureció bastante!.
Ya estaba listo para soportar peso, pero sin embargo debía ablandarlo por dentro.


En un pulverizador, mezclé una taza de café con un buen chorro de licor disaronno, y fui empapando cada capa del bizcocho, siempre vigilando de no mojarlo en exceso.

Para el relleno, mezclé bien una tarrina de queso mascarpone con una yema de huevo, y azúcar al gusto.
Monté a punto de nieve un brik pequeño de nata con un poco de azúcar, y añadí a la mezcla de queso.

Con esta crema, rellené las capas del bizcocho y volví a meter en la nevera mientras preparaba la cobertura de fondant.

Con una tacita de agua caliente y azúcar glass, realicé una glassa con la que bañé el bizcocho por encima al sacarlo de la nevera. Y con la crema sobrante del relleno, cubrí por completo todo el pastel.

Luego ya estaba listo para cubrir con el fondant!.
Los detalles como las cartas y la varita, las realicé tres días antes con pastillaje filipino.
Os aseguro que estaba delicioso, en su punto, y que el poder realizarlo con bizcocho al microondas, me ha facilitado mucho la faena, restándome al menos una hora de trabajo.

Por cierto, que esta vez en lugar de teñir la masa, la pinté por encima y el resultado me encanta, además de ahorrarme mogollón de colorante.

Ah!, y otra cosa: para pegar las figuritas que hagáis, por ejemplo, en este caso para pegar las cartas entre sí, basta con realizar una glasa (agua y mucho azúcar glass). Esto hace de pegamento.
Un beso!!